Con las hojas de cálculo no tienes la libertad de agregar detalles, mantener conversaciones o adjuntar archivos. Así que terminas repartiendo la información del proyecto entre diferentes herramientas, lo cual favorece muchísimo la posibilidad de que se te pase por alto alguna tarea en tu lista de pendientes o que pierdas tiempo mientras tratas de encontrar un activo. Una buena herramienta para gestión de proyectos combina la vista de cuadrícula de una hoja de cálculo con funciones para la colaboración. Así que ya puedes decirle adiós a esas búsquedas tediosas de las últimas actualizaciones o archivos entre las cadenas de emails.

Si gestionas proyectos en hojas de cálculo, es probable que también dediques mucho tiempo a crear calendarios y diagramas de Gantt desde cero. Incluso con una plantilla, te llevará mucho tiempo personalizarla, darle formato y mantener actualizados los planes de tu proyecto. A diferencia de Excel, las herramientas ágiles diseñadas para la gestión del trabajo y de proyectos hacen que sea fácil crear y actualizar planes dinámicos de proyectos.

Sin un lugar para almacenar toda la información de tu proyecto, es difícil saber el estado de tu programa completo o cambiar rápidamente entre proyectos. Si gestionas un equipo, es aún más difícil visualizar la carga laboral de un empleado en todos los proyectos. Con una herramienta de gestión de proyectos más poderosa, podrás captar fácilmente estas perspectivas que te ayudarán con el seguimiento del proyecto y la gestión de los recursos.

Las hojas de cálculo no están hechas para la colaboración, pero otros planificadores de proyectos sí. En vez de hacer malabares con Excel, emails, chats y documentos para dar seguimiento a todas las piezas en movimiento, gestiona tus proyectos desde una única fuente fiable. Las herramientas de gestión del trabajo y de proyectos te permiten mantener todas las conversaciones y archivos de los proyectos conectados con tus planes para que nunca te pases nada por alto.